Cuando te lanzas a emprender y ves cómo otros consiguen vivir de sus negocios online, te entra envidia.
Pero es una envidia sana que inspira y motiva.
Porque de nada sirve que te hablen de éxitos, de cifras millonarias y de que es posible ganar mucho trabajando poco. Además de que todo eso es mentira.
Almudena, Diego, Alba y Silvia estaban como tú hace unos meses y ahora han llegado donde, probablemente, a ti te gustaría estar.
Y sus historias son las que aquí compartimos contigo.